1,434 Comentarios No les quiero decir esto porque no quiero que sea verdad, pero la semana pasada nos despedimos de mi amada Cookie. Su sonrisa y agallas iluminaron mis días durante más de trece años y la extraño terriblemente. ¡Trece años! Soy la más afortunada, y lo que daría por más. Cookie era mi compinche, mi líder, mi mejor amigo, mi osito de peluche en la vida real, mi cachorro del alma. Mientras Cookie estuvo allí, nunca estuve solo. Casi puedo sentirla acurrucada a mi lado ahora. Cookie me ayudó a superar los días más oscuros y me iluminó mejor. Ella me acompañó durante innumerables días largos y noches largas mientras construíamos este sitio web desde cero. También probó casi todas las recetas, ya sea que yo quisiera o no. En sus primeros años, Cookie tenía una tendencia aterradora a salir disparada por la puerta principal como un cohete, lo que inspiraba una inmensa gratitud por cada día que pasábamos juntos. Luego recibió un diagnóstico de cáncer terminal, linfoma, y desafió las probabilidades al vivir otros dos años y medio. Siempre soñé con cuidarla en su vejez, y eso es lo que tengo que hacer. Durante el último año, perdió la audición y su salud se deterioró, lo que me resultó más difícil y complicado de lo que jamás había previsto. Ella murió de vejez, y aunque siempre me preguntaré si tomé las decisiones correctas en cada paso del camino, estoy encontrando algo de paz y consuelo al saber que pasamos juntos todos sus mejores días. Un perro no podría haber sido más amado. Cookie llegó a mi vida en el momento perfecto, cuando acababa de salir de la universidad y estaba aprendiendo a vivir por mi cuenta. Caminó conmigo hasta el matrimonio y la maternidad. Me dejó exactamente donde quiero estar en mis treinta y tantos años, con mi amado esposo y nuestra niña. Mi corazón está tan lleno y tan roto al mismo tiempo. Cookie fue extraordinario y también lo fue nuestro vínculo. Pasé gran parte de nuestro tiempo juntos deseando lo que tengo ahora, pero me siento muy sentimental por nuestro tiempo especial juntos como Cookie y Kate. Que este sea tu amable recordatorio para apreciar lo que tienes cuando lo tienes. Gracias por cocinar con nosotros y por encontrar alegría en sus travesuras. Volveré pronto para compartir más fotos y algunos de mis recuerdos favoritos de Cookie contigo. Ella era verdaderamente la más grande.
